El Ministerio de Cultura anunció los ganadores de los Premios Anuales de Literatura 2020.
La apertura de los sobres conteniendo los veredictos fue realizada el viernes en las oficinas de la Dirección General del Libro y la Lectura, por Ruth Herrera, su titular, y César Zapata, director de Gestión Literaria; en presencia del notario público Nelson Montás, quien certificó los dictámenes.
Herrera saludó la cantidad de obras recibidas, aun en medio de las dificultades ocasionadas a la vida cotidiana por la pandemia del Covid-19, y destacó la calidad y excelencia de las obras premiadas, como ha podido aquilatar a partir de las valoraciones emitidas por los respectivos jurados.
“Ha sido un certamen digno y fructífero en medio de un año accidentado y atribulado. La literatura se alza airosa y prometedora con todo y a pesar de la crisis”, expresó.
Del mismo modo, Cultura anunció que en un acto que estará encabezado por el ministro Eduardo Selman, se entregarán los diplomas de honor y la dotación de los premios en metálico, consistente en doscientos mil pesos para cada ganador. La ceremonia se realizará el miércoles 22 de julio, en hora del mediodía, en el lobby de la sede. Esta edición del año 2020 correspondió a obras publicadas.
Ganadores
El Premio Anual de Poesía Salomé Ureña de Henríquez lo obtuvo Daniel Beltré López, por su texto titulado No es un soplo la vida.
De acuerdo al veredicto, la obra se caracteriza por “un sostenido lirismo expresado por un lenguaje limpio y transparente, imágenes frescas y hallazgos significativos, y un decir digno de nuestro tiempo hacen a esta obra merecedora del galardón”.
Los jurados fueron los escritores y poetas: Manuel Llibre Otero, César Sánchez Beras y Radhamés Reyes Vásquez.
El Premio anual de cuento José Ramón López recayó en José Martín Paulino, por su libro Antes de que la casa se derrumbe.
El veredicto establece que la obra se trata de “un conjunto de cuentos que obedecen con rigor a la ortodoxia del género. Cuenta historias realistas, en las que traza caricaturas o retratos desdibujados de la realidad social dominicana, y suma una prosa diáfana, capaz de provocar en el lector el necesario disfrute”.
Los jurados fueron los escritores y profesores: Rafael Peralta Romero, Aquiles Julián y Emelda Ramos.
El Premio anual de novela Manuel de Jesús Galván, lo obtuvo Franklin Gutiérrez, por su obra El rostro sombrío del sueño americano.
De conformidad con el veredicto, “la maestría del escritor galardonado se revela en su versatilidad narrativa, a través de la que desenvuelve su imaginario caribeño. El meollo narrativo se ajusta muy bien entre la arritmia social de un ambiente decadente. Gutiérrez explora en su novela los múltiples sentidos y avatares de la emigración dominicana y otorga a la narrativa nacional un texto polisémico, pleno de ritmos, de continuos y una fluidez que prosigue una saga narratológica como nuestra emigración, enriqueciéndola y abriéndole amplios espacios para su ontologización. Esta formidable novela nos indica implícita o explícitamente que todo desarrollo social y personal tiene que ser moral y de carga humana, o de lo contrario, jamás será”.
Los jurados fueron los escritores y académicos: María Virtudes Núñez Fidalgo, Justiniano Estévez Aristy y Efraím Castillo.
En tanto que el Premio anual de ensayo Pedro Henríquez Ureña fue otorgado a Fernando Ferrán Bru, por su volumen Los herederos. ADN cultural del dominicano.
De acuerdo al veredicto, se trata de un: “atrevido ensayo acerca de la dominicanidad que oscila entre la filosofía, la antropología, la historia, la sociología y la política. Su rigor académico, coherencia textual y dominio epistemológico, junto a la base bibliográfica, lo hacen grande en su esfuerzo y propósitos. Reflexiones, exploraciones en el texto de inferencias posibles en la construcción del ser nacional, producen el marco de la libertad creativa lograda por la obra; versátil en sus propuestas, desafiante en la configuración de su tesis acerca de las raíces otras responsables de la construcción de dominicanidad alrededor del tabaco, lo cual rompe el marco tradicional, interpretativo, de la identidad dominicana, y es ese su gran aporte”.
En esta categoría, los jurados fueron los intelectuales, especialistas en ciencias humanas y sociales: Rafael Jarvis Luis, Carlos Andújar Persinal y Pedro Carreras Aguilera.
Por último, el Premio Anual de Literatura Infantil y Juvenil Aurora Tavárez Belliard se lo llevó Geraldine de Santis, por su obra Dominicanas fuera de serie. +150 mujeres que transformaron la República Dominicana
El veredicto establece que: “esta obra es producto de una exhaustiva selección, ponderación e investigación de descollantes figuras femeninas, y se convierte en instrumento para apoyar el desarrollo de la literatura dominicana especializada. Utiliza un lenguaje sencillo y coloquial que apunta a un acercamiento con el público preadolescente y adolescente. El recurso biográfico se reivindica en esta obra. Las reseñas presentadas abarcan una amplia gama de personalidades en los más diversos quehaceres, vocaciones y oficios, que quedan como referencias. El libro es, por tanto, un legado de valores didácticos y éticos que universalizan a las mujeres dominicanas emblemáticas”.
Los jurados en este renglón fueron los creadores y promotores de lectura y de Literatura infantil: Leibi Ng, Elizabeth Balaguer y Yuan Fuei Liao.
El renglón de Teatro no contó con participación de obras publicadas.